Tengo el síndrome del impostor ¿Soy la única?

¿Alguna vez te has sentido incapaz? ¿Has sentido no merecer un gran logro por el que trabajaste? ¿Se te dificulta recibir halagos? ¿Sientes que eres impostora y en algún momento te descubrirán?

Hey, tú, qué tal esas respuestas, si tus respuestas son afirmaciones estoy aquí para decirte que no, no eres la única que se ha sentido así, este sentir entre nosotras las mujeres es mucho más habitual de lo que parece desde hace décadas.

      Antes de continuar descubriendo que en este camino no estamos solas, primero conozcamos la definición que hizo la Doctora Pauline Clance en 1978.

El síndrome del impostor es un conjunto de síntomas que causan un profundo sufrimiento. Las personas con este síndrome son de alto rendimiento, objetivamente exitosas, pero no ellas pueden sentirlo”.

      Podríamos extraer de esta definición que dentro de nuestra trayectoria laboral, académica o personal poseemos incapacidad para atribuirnos e interiorizar nuestra responsabilidad al momento de conseguir éxito, atribuyendo así todos los méritos a factores netamente externos como personas o simple “suerte”.

       Venezolanas in tech, es una comunidad llena de mujeres exitosas y trabajadoras incansables por crecer, aprender y cumplir sus objetivos, mujeres que no estamos lejos de compartir este sentir y experimentar diversos momentos abrumadas de estos cuestionamientos acerca de nuestras capacidades y dudas de merecer nuestros logros. 

      Quise hablar con Noelia Rodríguez, una de las fundadoras de la comunidad y preguntarle acerca de sus vivencias con respecto al síndrome del impostor para compartirlas acá y que conozcamos un percepción diferente además de la nuestra, conectemos, aprendamos o nos cuestionemos aún más y queramos seguir aprendiendo y descubriendo todo lo que este síndrome ha traído consigo.

       Decidí escribir un pequeño poema acompañado de 2 preguntas para que Noe me describiera a través de esto su experiencia… 

“El síndrome del impostor anda por ahí

Te hace sentirte incapaz 

Miedo a ser descubierta 

Que descubren que eres un fraude que no existe 

No eres un fraude 

No eres impostora, es una voz interna que invade”

¿Qué te hace sentir esto? 

“Bueno qué me hace sentir el síndrome del impostor que es algo con lo que vengo luchando desde hace mucho rato, mira yo creo que yo pertenezco a una generación bisagra de las madres que se emanciparon, esta de las mujeres que dijeron salgo a trabajar y mis hijas mujeres ya tienen mi ejemplo y tenemos que demostrar por sobre todas las cosas que sí podemos, que sí somos fuertes, que sí somos, que sí podemos lograrlo todo lo que queramos en una en una época que por ahí fue como en la ola más fuerte” “Yo vengo de esa generación en la cual yo siento que tuve mucha presión de mi mamá de la crianza, tenemos un tema generacional con la crianza de hacernos sentir que por sobre todas las cosas si podíamos hacerlo todo y nos creímos el cuento de que si podíamos hacerlo todo, nos volvimos muy exigentes con nosotras mismas más hacia adentro que para afuera, eso nos generó que incluso cosas que no que no podemos no por capacidad sino por habilidad, nos castigamos fuertemente por no poderlo hacer” Noe, es mujer, madre, ingeniera y una persona excepcional que trabaja en Oracle, una gran empresa, con un reconocimiento mundial y hoy nos comparte que el síndrome del impostor es un aspecto que se encuentra en su vida y algo que le demanda energía porque se encuentra en constante lucha con el debido a todos los constructos que también trae de crianza. “Me genera una frustración es muy grande no sincerarnos y decir si yo puedo hacer un montón de cosas y yo soy muy fuerte pero yo sé mi limitaciones también o sea yo sé que yo en esto soy muy buena y esto lo voy a potenciar y lo que no voy a tratar de buscar herramientas para poderlas mejorar pero conocernos a nosotros mismos creo que no se nos ha dado el tiempo todavía y yo espero que las próximas generaciones sí”

 ¿Te identificas con algún aspecto?

“Me identifico, me identifico un montón e incluso tuve que buscar un coach para que me ayudara con el tema del éxito porque yo, además estoy en el mundo corporativo que es un mundo muy agresivo y competitivo, incluso te genera constantemente mucha presión externa e interna, creo que en toda mi carrera corporativa me he sentido identificada con el síndrome del impostor sobre todo yo que soy vendedora y las mujeres en el mundo corporativo son muy agresivas mayormente tienen una energía muy masculina y yo no me identifico”. “Muchas veces eso me ha hecho sentir dudas acerca de mí ¿será que soy yo estoy mal? ¿Es posible que al ser más amable y cordial, no ser grosera y agresiva tal vez por eso yo no venda lo suficiente? Siempre he tenido esta cuestión de dudar en cuanto a si mi personalidad habla en un mundo muy agresivo a mí me juega en contra y ahí es donde entra el síndrome del impostor, pensar que yo por no ser algo que no soy, no me va mejor”.

¿Crees que esto que menciona Noe de la competitividad y mucha energía masculina de las mujeres dentro del mundo corporativo tendrá que ver con las demandas y exigencias que se nos hacen constantemente de ser mejor que otra y que para ser respetada hay que ser lo que la sociedad espera de un hombre?

Me gustaría rescatar que culturalmente somos vistas mayormente en puesto de “bajo rango”, “administrativos” o de “oficio” a nivel corporativo porque se considera muchas veces que las mujeres no tenemos la fuerza, la convicción, el conocimiento y la destreza de ser líderes por el simple hecho de ser mujeres y estar alienadas a ser subordinadas socialmente.

¿Y qué tiene que ver esto con el síndrome del impostor? ¿Por qué la cultura influye? ¿Por qué ser mujer es una variable?

Como mujeres, muchas estamos comenzando a internalizar y conocer que somos merecedoras de muchos derechos, y que nuestro desarrollo humano, profesional y espiritual va mucho más allá, venimos de un discurso que nos dice que ser seguras de nosotras y de nuestros talentos está mal visto, si esto es así ¿cómo no se nos va a dificultar halagarnos y reconocernos capaces de ser exitosas? Por último, Noe nos comparte “mi reflexión sobre mi síndrome del impostor fue el tema de la ayuda que siempre sentí, yo demostrar que yo era muy buena, era algo que yo tenía y tenía que mostrar siempre, que yo tenía la capacidad de poder resolver sin pedir ayuda, creo que eso fue mi síntoma más grande pensar que yo era tan súper mujer, tan súper fuerte, tan super grosa yo lo podía lograr solo sin pedir ayuda, después me di cuenta de que no es así” La experiencia de Noe, es una pequeña gota dentro del 70% de las personas que a nivel mundial experimentamos el síndrome del impostor, y que hoy puedas leerla y conectar nos hace dar un paso más en este recorrido que puede traer frustración y dificultades para relacionarnos con nosotras mismas.

¿Qué podríamos hacer para gestionar el síndrome del impostor? 

Te dejaré por acá algunas recomendaciones que recolecté de mi experiencia y de otras que me compartieron

  1. Al momento de experimentar pensamientos intrusivos que te hagan dudar de tus capacidades, colócalos en perspectiva.

  2. Es importante compartir constantemente cómo te sientes con personas con las que tengas mucha afinidad y aporten valor a tu vida.

  3. Ejercita escribir durante la semana los sentimientos que vas experimentando, es una gran herramienta para conocerte y reconocerte.

  4. Lista de objetivos logrados semanalmente.

  5. Si lo deseas y lo consideras necesario busca ayuda profesional para adquirir herramientas y manejar desde otro lugar este sentir.

Antes de mujeres, somos humanas, llenas de aciertos y desaciertos. Que el reconocernos como humanas no te haga sentirte menos, al contrario, es valioso poder reconocerte como humana, mujer y capaz de salir adelante asumiendo que muchas veces habrá barreras externas con las que tendrás que lidiar, pensamientos que muchas veces lucharás por bloquear, y nada de lo anterior te hace menos capaz. Tú, que has llegado hasta acá, nos puedes contar tu experiencia, lo que sentiste y compartir este artículo con tu amiga, conocida, compañera de trabajo para seguir conectando, creciendo, aprendiendo e incorporando herramientas para acompañarnos y recordarnos constantemente que nuestro éxito y nuestros logros, los merecemos y los trabajamos, dar lo que podamos desde nuestro lugar para “ser mujeres, capaces y conscientes de nuestros logros”.

Autora: Raymel Tarazona

Psicóloga, apasionada por la pintura, escritura e ilustración. Estudiante de UX Writing, me encanta llamarme una científica de la creatividad.


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